Entrevista:

Revista Suyai TV

Una conversación con un artista o figura cultural donde buscamos profundizar en aspectos de su obra, vida y/o proceso creativo.

Entrevista:

Revista Suyai TV

Una conversación con un artista o figura cultural donde buscamos profundizar en aspectos de su obra, vida y/o proceso creativo.

Orlando Pelichotti: Paisajes de memoria y el libro que abre fronteras

Una entrevista de: Suyai TV. 12/11/2025

Orlando Pelichotti es un artista visual argentino cuya trayectoria combina fotografía, instalación, land-art y publicaciones de artista. Su obra aborda fronteras geográficas, memorias personales y territorios de resistencia, a menudo explorando el paisaje andino, la naturaleza intervenida y la memoria social. Ha participado en múltiples bienales internacionales, entre ellas la 15ª Bienal de La Habana. También ha explorado la edición de libros de artista, atravesando la imagen, el texto y el registro como forma de expandir su práctica.

Tu obra transita entre fotografía, instalación y land-art centrados en territorios andinos y espacios periféricos.
¿Cómo defines hoy ese vínculo entre paisaje, memoria y transformación social en tu práctica?

 Todo eso es la esencia de mi obra. En los últimos años he vuelto a caminar por nuestra América (cientos de rincones que a veces ni figuran en los mapas), para dejar que el territorio me hable en sus caos citadinos, también en sus paisajes repletos de silencios, en sus grietas culturales y la constante de esas resistencias (por ejemplo, junto a este enorme periodista chileno, caminamos las calles de La Habana Vieja, y de muchos barrios más). El paisaje, la memoria y la transformación social se entrelazan como una misma corriente: son cuerpo, tiempo y cicatriz. En cada recorrido descubro que el paisaje no es solo un escenario, sino una voz viva que guarda las historias de quienes lo habitan y lo sueñan. Esa transformación —del territorio, de la mirada, de uno mismo— es la raíz conceptual de mi trabajo en el Land Art y el pulso que sostiene mi pensamiento artístico. ¡Urgente debo regresar allí!

En la 15ª Bienal de La Habana participaste con la serie “Fractales”, que dialoga con zonas marginales, partituras antiguas y la fragmentación geográfica. ¿Qué importancia tuvo esa participación para ti y cómo influyó en los siguientes proyectos?

No vivencio como zonas marginales a nuestra América, sino como territorios que resisten y sueñan, que cada día construyen un futuro posible desde la fuerza de lo comunitario. Participar en la 15ª Bienal de La Habana con Fractales fue un punto de inflexión: regresar a Cuba fue también cerrar un ciclo, reencontrarme con las raíces de un proyecto que nació del caminar y de la escucha profunda del territorio. Fractales está disperso —una parte en París, otra en Bariloche, otra en Caracas y en Cartago— como un cuerpo vivo que sigue mutando. Desde entonces, mi mirada se ha centrado aún más en nuestras mujeres, desde Cuba hasta Ushuaia, portadoras de una sabiduría ancestral y de una potencia transformadora.
Hoy esa experiencia se expande en un nuevo proyecto: la publicación de un nuevo libro digital que reúna todo ese recorrido, pero que también se abra al diálogo, a la retroalimentación con miles de voces e intervenciones del mundo y con ese material, imprimirlo en dos tomos. Más que un cierre, es un regreso al origen: al caminar, al encuentro y a la posibilidad de seguir tejiendo memoria en común.

Has realizado libros de artista como formato de difusión y registro. ¿Puedes contarnos cómo fue la experiencia de presentar tu libro de artista en una plataforma como Galería Suyai TV? ¿Qué enseñanza o cambio te generó traducir tu obra al formato libro/plataforma digital?

La presentación de mi libro de artista en Galería Suyai TV, desde Chile al mundo, fue una experiencia luminosa. Me dio la confianza para seguir explorando ese formato que, hasta entonces, era nuevo para mí. Descubrí que el libro —como la plataforma digital— puede ser también territorio: un espacio vivo donde la obra respira, se transforma y se comparte sin fronteras. Esa visibilidad amplificó mi trabajo, pero, sobre todo, me enseñó que la creación no termina en el gesto artístico, sino que continúa en el diálogo con quienes miran, leen y reinterpretan. El libro se volvió puente, eco y extensión de mi caminar por Nuestra América. Algo de eso me di cuenta, en una mágica población de Tablón de El Guarco, en Costa Rica, cuando proyecté el libro y la gente inmediatamente se identificó y comenzó a intervenirlo…

A menudo empleas materiales no convencionales — partituras centenarias, pigmentos naturales, paisajes intervenidos — para producir tus piezas. ¿Cómo afrontas la tensión entre lo efímero (intervención, registro) y lo permanente (objeto, libro, edición) en tu trabajo?

 Lo efímero está casi siempre presente en mi obra de Land art. La semana pasada, por ejemplo, regresé a Zonda, a una gran pieza hecha con rocas, y descubrí que la lluvia de julio había borrado casi toda su forma original. Pero en ese gesto natural, en esa nueva morfología impuesta por el tiempo, encontré una belleza mágica: la obra seguía viva, transformada. Solo queda el registro, y eso basta… “Las memorias de nuestra agua andina”.

En estos días trabajo con materiales que también dialogan con esa fragilidad: volví al papel higiénico, donde escribo Los versos del capitán, en metros y metros de una escritura continua, o hace apenas un mes jugué con el ice art en alta montaña, pequeñas ofrendas efímeras que la geografía me regala. (la primera irá a una Bienal en Lisboa y la segunda regresará a Panamá y en un Salón de Argentina).

Y, al mismo tiempo, enfrento el otro extremo: el de dar permanencia. Así nació mi libro decimocuarto, El resto del cielo, presentado en la Feria del Libro de Mendoza y pronto en Buenos Aires, Bariloche, San Juan y más adelante a patiperrear por Europa. También con óleos estaremos regresando a Brasil, después de cuatro años. Entre lo que se disuelve y lo que permanece, mi obra respira: todo es tránsito, todo es materia en movimiento, y eso me encanta.

De cara al futuro, con los excesos de imágenes, la crisis ecológica y las nuevas formas de circulación del arte, ¿qué líneas de investigación o formatos te interesa explorar para seguir transformando tu visión de paisaje, memoria y fronteras?

No me quita el sueño el futuro. Prefiero mirar desde el presente, quizás porque trabajo en siete proyectos a la vez y cada uno me mantiene despierto, vivo, curioso. Los formatos con los que juego hoy me divierten y me permiten sacar el alma, que es lo que verdaderamente importa. Lo nuevo siempre es bienvenido, pero no lo persigo: dejo que me encuentre, que me sorprenda. Creo que el arte, como el paisaje, tiene sus propios ritmos —no se fuerza, se revela—. Y en ese movimiento continuo, entre la risa, el asombro y la materia, sigo caminando, dejando que el tiempo haga su parte.

Orlando, tu obra y tus libros nos invitan a mirar lo que habitualmente descartamos: lo fragmentado, lo periférico, lo que resiste. Gracias por compartir esta conversación y por abrir nuevos caminos para que la imagen, el texto y el territorio sigan dialogando. Que tus próximos pasos continúen revelando lo invisible y ampliando los límites de la mirada.

Este reportaje se publica como un aporte al debate y el intercambio democratico de ideas.
Quien la firma no es parte del equipo de trabajo en Suyai TV ni recibe remuneracion por ello.
Las propuestas de columnas se reciben en el correo suyaitv@suyaitv.cl