
Columna de:
Andrea Busquets
“Artista visual imaginando futuros”
Soy fundadora de Artefacto, historiadora del arte y artista visual, dedicada a explorar el cruce entre arte y futuros.


Columna de opinión
Andrea Busquets
“Artista visual imaginando futuros”
Soy fundadora de Artefacto, historiadora del arte y artista visual, dedicada a explorar el cruce entre arte y futuros.
“Siempre los mismos”: la trampa de la legitimidad artística
Por Andrea Busquets, 16/10/2025
Cada vez que se publican los resultados de una postulación artística, recibo llamadas de alumnos o colegas que dicen: “Ah, siempre los mismos”. Esa frase es como un mantra que se confirma al revisar los CV de los artistas más conocidos: llenos de premios, becas y reconocimientos.
Los jurados, al elegir a quienes ya fueron validados por otros, no están descubriendo lo nuevo: sostienen jerarquías. Pero no se trata de responsabilizarlos individualmente; es parte de la inercia del método. Cada premio acumulado refuerza un circuito cerrado donde lo emergente, una vez señalado, deja de serlo y se integra al sistema que reelige siempre los mismos nombres, los mismos estilos, las mismas historias.
La carrera artística, entonces, depende menos de la obra en sí y más de la validación de quienes deciden. Y surge la pregunta inevitable: ¿una artista ya legitimada sigue siendo buena, o simplemente se premia la trayectoria? ¿Debería funcionar así en las artes, donde la innovación y la capacidad de abrir interrogantes deberían ser el verdadero criterio?
Esta dinámica también revela cómo los futuros del arte están colonizados. Los jurados replican patrones de valoración que provienen de estructuras de poder históricas y globales, sin cuestionar sus propios criterios. La mirada está condicionada por referencias externas, y los futuros posibles se cierran en un bucle de repetición: quienes podrían abrir caminos quedan invisibilizados, mientras los ya reconocidos continúan avanzando sin que su obra necesariamente reabra preguntas nuevas.
Descolonizar el futuro del arte significa repensar quién decide y desde dónde; liberar a los expertos de tener que seleccionar lo instalado o valorado por el resto y permitir que nuevas voces, lenguajes y experiencias construyan horizontes diferentes. Solo así podremos imaginar un futuro del arte que no sea eco del pasado, sino un terreno abierto, plural y realmente transformador.
